Con el rápido crecimiento de la propiedad de vehículos y la expansión urbana, las ciudades se ven cada vez más presionadas para optimizar la gestión del estacionamiento. Desde la congestión vehicular y la baja utilización de las plazas de aparcamiento hasta los retrasos en el procesamiento de pagos y las malas experiencias de usuario, las ineficiencias de los sistemas de estacionamiento tradicionales son cada vez más evidentes.
Para superar estos desafíos, las ciudades y los promotores inmobiliarios están recurriendo a sistemas de aparcamiento inteligentes basados en el IoT que integran tecnologías como sensores de aparcamiento, sistemas LPR, terminales de pago y pantallas de guía. Sin embargo, el éxito de estos sistemas depende en gran medida de un factor crucial: una red de comunicación estable, rápida y flexible que pueda dar soporte a todos estos dispositivos en tiempo real.